Hay una cosa a la que es necesario que te acostumbres, y es a leer todos los días (como un breviario) alguna cosa buena. A la larga penetra [...]. Nadie es original en el estricto sentido de la palabra. El talento, como la vida, se transmite por infusión, y hay que vivir en un ambiente noble, adoptar el espíritu de sociedad de los maestros. No hay nada malo en estudiar a fondo a un escritor con un genio totalmente diferente al que uno tiene, así no puede imitarlo.

Gustave Flaubert a Louise Colet, 7 de junio de 1853.

Antología

Quiero hacer, de mi vida, antología. Con una cierta vanidad, y recordando cada minuto, cada instante, con la inocencia de una perpetua infancia y con la dignidad amarga de los pobres, me perderé en el anonimato de las nobles figuras.
No me importa si constan en mi antología prosa o poesía, o dibujo, o pintura, o teatro, o todas ellas; habrá sitio para eso. Pero antes, que destaque,
EN MAYÚSCULA
NEGRITA
Y SUBRALLADO
en los anales del universo como aquél de entre los mortales que vivió una vida llena, que disfrutó cada segundo como si fuera el primero, que dejó amigos e hijos llorando en torno de su tumba, que amó como un cobarde y fue amado como un valiente, y que un viernes de invierno, a las seis y media del atardecer (GM+1) (aprox.) lo dio todo en un último suspiro, de la mano de su último amor y con una sonrisa en el corazón.
Déjenme escribir mi antología.
Muerte en la alcoba
Edvard Munch
Barcelona, 30 de marzo de 2011

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Que grande eres M.Fernández!

Anónimo dijo...

Cuando parece imposible que te superes... vas tú y me cierras la boca.

J.

Anónimo dijo...

He de reconocer que este me gusta..si al final me vas a caer bien y todo!jajajaja
El de detras a la izquierda.

Anónimo dijo...

Gracias.
El de delante a la derecha.

Anónimo dijo...

Mientras más lo leo, más me gusta... no dejes nunca de escribir M. Fernández, por favor.

J.

Anónimo dijo...

He sido tu visita 2000!! Me merezco un premio no? ;)

p.d.: me sigues impresionando..
J.P

Anónimo dijo...

Llevo un tiempo preguntándome si se puede querer a alguien por su obra. Por lo que hace. Muchos responderán, inmediatamente y sin pensarlo demasiado, que no. Pero yo le sigo dando muchas vueltas. En fin; siempre he creído que el amor desciende/asciende directamente desde la admiración. Y nada me produce más admiración que el arte.


En la obra artística de una persona se trasluce su manera de ver el mundo. Su manera de pensarlo o sentirlo. El valor que se da a cada cosa. Quizá si se mira la obra con profundidad, se puede ver a la persona en ella. Y así amarla.


A mí me parece un camino directo. Aunque sea estrecho.


(Felicidadconcetrada)