Hay una cosa a la que es necesario que te acostumbres, y es a leer todos los días (como un breviario) alguna cosa buena. A la larga penetra [...]. Nadie es original en el estricto sentido de la palabra. El talento, como la vida, se transmite por infusión, y hay que vivir en un ambiente noble, adoptar el espíritu de sociedad de los maestros. No hay nada malo en estudiar a fondo a un escritor con un genio totalmente diferente al que uno tiene, así no puede imitarlo.

Gustave Flaubert a Louise Colet, 7 de junio de 1853.

Renacimiento

A veces, caer al vacío, lanzarse al precipicio, no significa nada. Perdemos los trenes por temor a la muerte, nos caemos de uno y nos miramos al espejo para sólo ver rasguños. A veces nos tiramos al hueco del ascensor para dejarlo todo atrás pero los recuerdos nos mantienen con vida, y nos damos cuenta de que lo que creíamos el borde del precipicio era la puerta de salida hacia otra vez la vida, no tan soportable como antes pero vida al fin y al cabo.
A veces abro la puerta del hueco del ascensor y bajo en una caída libre a la planta baja. El recepcionista del Calypso a veces me mira, sonríe y me pregunta "¿Se marcha, señor?". A veces le contesto que sí y me despido con un gesto, y a veces, sólo a veces, nunca vuelvo.
Rising Phoenix
Erik White
Barcelona, 31 de agosto de 2012

Aprendiendo a morir

Podíamos empezar a respirar de nuevo, pero aún nos quedaba tiempo. Saludábamos a la muerte al pasar con una sonrisa dibujada en el dorso de la mano, en un mechón desordenado, en un gesto triste hecho de recuerdos. No entendíamos el cómo, el por qué ni el cuándo, sólo el hecho de que estábamos y de que nada era tan estúpido y a la vez tan importante como para aguantar así la respiración, hacer como que moríamos y darnos la vida en otro soplo, en esa mezcla de aire con la que se fabrican los besos.
La muerte nos miraba de lejos y sonreía.
Tango of Love
Leonid Afremov
.Barcelona, 23 de agosto de 2012