Quién me diría que a esto de la vida jugábamos tres. Ella, tú, me habéis puesto entre la espada y la pared, y ya no sé quién es pared o espada. ¿Aplastarme o degollarme? O escapar hacia un lado. Me empujaste hacia la espada para devolverte a mí mañana, y mañana es hoy, y hoy ya no entiendo nada.
Me tienes enredado en los canales de tu pelo, engañándome en idiomas que no entiendo, en mensajes cifrados que no necesito descifrar. ¿Dónde está la soledad que me pediste cuando te fuiste corriendo, atravesando ríos y mares, siendo espuma y agua? Ya no sé quién estuvo y quién dejó de estar, si fuiste tú quien nunca se quedó o es ella quien me deja cada día, como sin darse cuenta.
Y ya no necesitas soledad. Y los caminos se abren y las ciudades son libres, y yo tengo un pie en tu calle y el otro en algo que ya no sé si existe. Porque tienen razón cuando dicen que con ella siento amor pero contigo soy feliz. ¿Quién quiere una espada que corta más de lo que debería? ¿Quién quiere acabar de hundirse cuando puede acabar de levantarse? Y es que tú me has enseñado que a veces lo difícil ya no es lo correcto. A veces, lo difícil es ella.
A veces lo correcto eres tú.
Les Nympheas Blanc Claude Monet |
Barcelona, 10 de marzo de 2011
5 comentarios:
me gusta... me gusta mucho :)
J.
Me ha encantado, no podría elegir una sola frase sin sentir lástima por dejar las demás.
Merece mucho la pena seguirte.
Muchas gracias M. Fernández ^^
Buen trabajo, me gusta mucho Misa!
Claudine
Sublime te lo aseguro, como lo demas que he leído.
de otra escritora aficinada ;)
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