Si no nos atan a la cama vamos a devorarnos. Primero como un juego, en el cuello, doliendo sin doler, cerrando un poco los ojos; nos creeremos vampiros, o aullando bajo la luna llena nos arrancaremos la ropa a dentelladas. Todo será eso, poco más, un juego, como los niños que dicen no saber cómo decirse que se quieren. Después, salvajes. Abriremos viejas heridas que nunca se hicieron, nos beberemos, sin casi entender lo que estaremos haciendo, intentando no parpadear, clavándonos tantas uñas que las miradas perderán toda importancia. Al final, nuestra cama se volverá el mostrador de una carnicería, las sábanas se teñirán de nosotros, buscaremos como bestias el cuello del otro otra vez y tugiremos de dolor, rezando por acabar antes que el otro, por vivir un poco más, por vivir eternamente en la carne del enemigo.
El que sobreviva, que apague la luz.
Lady Macbeth nimmt die dolch Johann Heinrich Füssli |
Barcelona, 28 de abril de 2011
3 comentarios:
...hoy no se que decir.
J.
waow!
Acabo de releerlo, me había quedado con un nose que... creo que no lo había entendido bien.
No se como consigues manejar las palabras, cual titiritero que hace con sus marionetas lo que quiere, hasta conseguir que expresen más de lo que a primera vista aparentan.
J.
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