Cuenta mil pasos y súmales eso que queda entre las dos paredes de la habitación; da media vuelta, con lo que nos queda del baile de vals que nos deja más cerca, siempre un poquito más cerca de todo lo que hoy nos quedó por hacer, del cuento de nunca acabar que aquel jueves de noche acabamos por no saber bien si quedaba una página en blanco a poder escribir; y cuando te queden dos pasos a ese fin del mundo al que nunca llegamos, espera. Inventa una excusa, de aquellas que tanto te gustan y nunca te salen; mira la puerta, esa detrás de la que ya no hay nadie esperando, y sal antes de que me escuches llegar silbando canciones que nunca aprendiste y menos te gustaron; vete como siempre, con el ruido negro de tacones, que yo pueda oírlo y creer, aunque sea mentira, que te vas para siempre.
Silent night |
Barcelona, 20 de agosto de 2011
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