Hay una cosa a la que es necesario que te acostumbres, y es a leer todos los días (como un breviario) alguna cosa buena. A la larga penetra [...]. Nadie es original en el estricto sentido de la palabra. El talento, como la vida, se transmite por infusión, y hay que vivir en un ambiente noble, adoptar el espíritu de sociedad de los maestros. No hay nada malo en estudiar a fondo a un escritor con un genio totalmente diferente al que uno tiene, así no puede imitarlo.

Gustave Flaubert a Louise Colet, 7 de junio de 1853.

"Ensayo de un camino, boceto de un sendero"

(Herman Hesse)

Destino o camino, ¿qué es lo importante? ¿Cómo disfrutar del camino si aquello que aú no sabes si encontrarás no es tuyo, si todo lo que tienes es un camino pero ni siquiera un mapa que te diga dónde vas? Caminas, sin más rumbo que el que marca una brújula que te lleva a tus sueños, a tus castillos en el aire, y nadie que te diga que no son más que eso, aire y arena. Tienes la llave, pero no sabes qué hay detrás de la puerta; el billete, pero no la parada a la que te lleva el tren, ese, uno de tantos que has cogido sól opara volver a bajarte cuando la última parada aún queda tan lejos de la que buscabas. ¿Cuántos transbordos más, cuántos círculos has andado para volver una vez más al mismo sitio? Y una vez más abres los mismos ojos, respiras el mismo aire, sonríes frente al mismo capullo en el espejo, el mismo perdido que no es un perdedor porque nunca tuvo nada que valiera la pena tener, aunque fuera en el recuerdo.
Todo porque al final la vida es eso, el recuerdo de un camino, y morir no es tan grave porque lo único que pierdes es la oportunidad de seguir buscando algo que no sabes lo que es y que nunca has encontrado.

Camino de otoño
Miguel Gil García


Barcelona, 17 de octubre de 2012

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