He mirado de frente a la muerte. Nos hemos mirado el uno al otro mucho tiempo, y sus ojos se han vuelto dulces poco a poco. Le he tocado la mano y he creído comprenderla, conocerla, admirarla, y por un tiempo he fingido ser su amigo, su hermano, su amante. La muerte, paseando por las calles que tanto conoce, y yo, dejándome pasear, mirando siempre un poquito por el rabillo del ojo, sin saber pero sabiendo, en el fondo, que su dulzura se apagaría y que volvería a ser la vieja asesina de siempre, una bruja con los dientes afilados y las manos teñidas de la sangre del mundo.
Hoy se ha apagado esa dulzura. Hoy he visto de verdad sus ojos, hoy la he conocido, la he desconocido y la he odiado con el odio con que ella me amaba. Hoy he cogido mis maletas y le he escupido entre los ojos, y he huido de ella, porque la distancia es lo único que puede matarla. He huido muy lejos de aquí, tan lejos que ahora parece cerca, pero esta noche, antes de dormir, he visto una mancha de sangre en la almohada.
Le Radeau de la Méduse Théodore Géricault |
Barcelona, 14 de mayo de 2011
5 comentarios:
Y sí, me recuerda a un sueño que tuve hace un tiempo...
A veces oyes o lees algo en el momento justo en el que menos lo necesitas, y entonces piensas: impertinente.
Hoy, tú, M. Fernández, has sido el impertinente de mi día.
Sin embargo, sabes una cosa, no me importa... porque sólo tú y ese don que tienes para hacer bailar las palabras, tienes derecho a convertirte en el impertinente de mi vida.
Bonito contraste.
J.
tema complejo del que te atreves a hablar. se nota que en ti no existen las supersticiones. mucha seguridad en este tema . me alegro
Donde están las criticas constructivas?
Porque de momento solo veo adulaciones, así no mejoramos (espero que no sea cosa del filtro....)
Personalmente creo que esta correctamente construido, pero algunas frases me parecen demasiado 'fáciles' o 'inmaduras' y eso hace que no me crea el texto.
Saludos
Hola
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